AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Un estudio de la CEPAL proyecta una nueva baja para este año. Apunta también que la rentabilidad media de las transnacionales se redujo 5% el año pasado.

La inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe llegó a 158.803 millones de dólares en 2014, monto que representa una caída interanual de 16% en 2014, tras un decenio en que se registraron fuertes alzas, con excepción de los años 2006 y 2009. Los resultados surgen de una nueva edición del habitual estudio de la CEPAL, que proyecta otra baja para este año.

Según indica el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, las entradas de IED se vieron afectadas por la desaceleración económica de la región y los menores precios de los productos básicos. Entre 2003 y 2013, esas corrientes habían pasado de 46.937 millones de dólares a un récord de 189.951 millones de dólares en términos nominales.

En el mundo, la IED cayó 7% en 2014 con respecto al año anterior, aunque aumentaron 5% en el caso de los países en desarrollo, principalmente gracias al desempeño de Asia. La participación de América Latina y el Caribe en estos flujos mundiales alcanzó 13%, indica el documento.

“Para la CEPAL, las políticas de los países de América Latina y el Caribe no deberían orientarse a recuperar los montos de inversión extranjera directa alcanzados en la última década, sino a atraer aquella IED que contribuya a la diversificación productiva”, planteó la secretaria ejecutiva del organismo regional, Alicia Bárcena. “Esto significa articular la IED con políticas industriales y estrategias nacionales de desarrollo basadas en la igualdad y la sostenibilidad ambiental”, enfatizó.

Brasil continúa siendo el mayor receptor de inversión extranjera directa en la región, con 62.495 millones de dólares. En el segundo puesto se ubica México, con 22.795 millones, y en el tercero, Chile, con 22.002 millones. Les siguen Colombia, Perú y Argentina, en ese orden.

La rentabilidad media (renta de IED dividida por el acumulado de IED) de las empresas transnacionales en la región descendió a 5% en 2014, mientras que las utilidades totales reportadas por estas empresas cayeron 16%, a 103.877 millones de dólares, un monto considerado igualmente alto. Al igual que el año pasado, el informe advierte que estas utilidades representan un flujo negativo importante que repercute en el déficit en cuenta corriente de la región.

Finalmente, el estudio examina el impacto de la IED sobre el medio ambiente y advierte que éste no ha sido medido ni regulado adecuadamente por los países de la región. En tal sentido, considera que las empresas transnacionales son un actor clave para la transición hacia un desarrollo sostenible, en la que medida que poseen tecnologías que pueden ayudar a reducir el impacto ambiental, además de capacidad de innovación para una producción más limpia y baja en carbono.

Según la CEPAL, es preciso favorecer el equilibrio entre las estrategias empresariales y los objetivos de desarrollo de los países receptores de inversión extranjera directa para aprovechar mejor las potencialidades de estos flujos. Esto obliga a generar políticas públicas que articulen objetivos macroeconómicos, productivos, sociales y ambientales para favorecer la diversificación y sofisticación de la estructura productiva y la inclusión social.

Publicado el 11-06-2015
Foto: CEPAL.